viernes, 14 de octubre de 2011

Lagunas de Ruidera (Ciudad Real)


La idea surgió de un artículo publicado en Ocholeguas (para el que no lo conozca, es una guía de viajes del mundo.es. A mí me gusta mucho).
Os dejo el enlace del reportaje:
http://www.ocholeguas.com/2011/09/16/espana/1316168112.html

Para alojarnos, elegimos el apartahotel Doña Ruidera por cercanía a las lagunas y precio (http://www.hotelruidera.es/). Está bastante bien, lo único las camas un poco pequeñas y las vistas defraudan un poco en comparación a lo que ves en las fotos. Lo que me encantó es el desayuno, por 6 euros por cabeza te lo suben a la habitación a la hora que les pidas. Es un desayuno completo, con tostadas calientes, bollo casero, galletas, zumo y café.

Llegamos el viernes sobre las 8 de la tarde. Hicimos el check –in y decidimos buscar en internet un restaurante para cenar en el pueblo. Echando un vistazo vimos uno con muy buenas críticas y decidimos probar. Se llama Mesón de Juan y es espectacular. Cenamos allí las dos noches.  
La primera tomamos una ensalada con pimientos y ventresca, una ración de morcilla y unas chuletitas de lechal. Todo para compartir. Con 2 copas de vino pagamos unos 40 euros los dos. Estaba todo buenísimo. La segunda probamos la sopa de ajo (muy recomendable) y el gazpacho manchego, que no tiene nada que ver con el andaluz. Está compuesto por una especie de torta y encima lleva carne de caza con salsa. Estaba muy buena. También pedimos una ensalada. Pagamos unos 30 euros.

En el hotel te facilitan una guía y un mapa de las lagunas. El sábado por la mañana, con el mapa en la mano, nos dispusimos a dar un paseo por las lagunas. Hay diferentes rutas con diferentes niveles de dificultad. Nosotros elegimos la de Las Hazadillas. Son 12 Km ida y vuelta. Yo pensé que no lo aguantaba pero finalmente sí pude. Es un recorrido muy agradable y, lo mejor de todo, que no hay casi gente. También se puede hacer en bicicleta. Hay muchos sitios donde puedes alquilarlas.  
Así mismo, hay un montón de actividades al aire libre (rutas a caballo, 4x4, alquiler de piraguas…). En el hotel os informarán de todo. Os dejo algunas fotos:





A la vuelta recuperamos un poco el aliento, cogimos el coche y fuimos a visitar alguna laguna más, como las cascadas de la Lengua y la ermita de San Pedro, la cual aparece citada en el Quijote.





También hay unas cuevas en las que pueden entrar con un guía. Se trata de las cuevas de Montesinos. Nosotros no fuimos ya que ya habíamos caminado suficiente… El domingo fuimos a visitar unos cuantos pueblecitos y ciudades. La primera parada iba a ser en Tomelloso. De camino hicimos una parada en el Castillo de Peñarroya, situado sobre un acantilado. La entrada es gratuita y la verdad que merece la pena, sobre todo por las vistas.






 Cuenta una crónica manchega de Don Ramón Antequera Bellón (Juicio Analítico del Quijote), el capitán Alonso Pérez de Sanabria arrebató el castillo a los musulmanes el día 8 de septiembre de 1198. Tras la toma de la fortaleza se encontró la imagen de Nuestra Señora de Peñarroya, que es venerada desde entonces por los vecinos de Argamasilla, que tienen en ella su Patrona. También es patrona de los lugareños de La Solana. Tras la Reconquista, formó parte de la Orden Militar de San Juan en 1215.  
En el interior de la fortaleza se encuentra la Ermita-Santuario de la Virgen de Peñarroya.  
Continuamos y llegamos a Tomelloso. La verdad es que no tiene nada de especial. Lo único para tomarse un buen vinito de la zona. Tomamos un aperitivo y continuamos la ruta.  

La siguiente parada fue Alcázar de San Juan. Esta parada sí que la recomiendo. Hay numerosos lugares que visitar. Nosotros visitamos la Plaza de Santa María. Allí se encuentra la Torre de del Gran Prior que se trata de la torre almohade del alcázar musulmán que existía en esta ciudad, rodeado de una importante muralla. La mezquita de este alcázar se ubicaría en parte del terreno que ocupa hoy la iglesia de Santa María La Mayor. Es la prueba clara de la existencia de este alcázar y de donde proviene el nombre de la ciudad.



 En la misma plaza se encuentra la iglesia de Santa María la Mayor.  
Os dejo la página de turismo y algunas imágenes. (http://www.turismoalcazar.es/).

Después nos dirigimos hacia el centro para dar un paseo. Como habíamos tomado el aperitivo, decidimos esperar a la siguiente parada para comer. Fue en Campo de Criptana. Este es el pueblo que más me gusto con diferencia. Es conocido por sus molinos de viento, imagen típica de Castilla – La Mancha. La parte antigua del pueblo es preciosa, todo pintado en azul y blanco. Nos dimos un paseo muy agradable.




 Allí mismo encontramos un restaurante con bastante buena pinta, Las Musas (http://www.lasmusasrestaurante.com), así que decidimos comer allí. Muy recomendable también. Nos gustó mucho, tanto la comida como el sitio. Según entras tiene un patio donde tienen montada la terraza. Nosotros comimos en uno de los comedores ya que no había sitio fuera.

Con muy buen sabor de boca, nos pusimos rumbo al Toboso, el pueblo de Dulcinea. Un dato curioso es que realmente existió una joven que vivía en ese pueblo y de la que se supone, Cervantes estaba enamorado. La chica se llamaba Ana (Dulce Ana = Dulcinea). Era domingo por la tarde, por lo que todos los museos estaban cerrados. Aún así el pueblo es muy mono para dar un agradable paseo.


Con muy buen sabor de boca nos despedimos de las tierras Cervantinas y nos pusimos rumbo a Madrid.

miércoles, 12 de octubre de 2011

El Escorial

Aprovechando el buen tiempo que nos sigue acompañando, decidimos ir a pasar el domingo a la sierra de Madrid, concretamente a El Escorial.
Subimos sobre las 12.30, aparcamos y dimos un paseíto por sus calles.

Luego tomamos el aperitivo en el restaurante “El Caserío”, situado en la plaza del Ayuntamiento. Nos tomamos un pastel de Cabracho que estaba exquisito y, según nos dijeron unos amigos que lo conocen, está todo buenísimo.

Más tarde fuimos a comer al restaurante 7 leguas y nos gusto muchísimo.Está situado en la calle Xavier Cabello Lapiedra 2, justo detrás de la plaza del Ayuntamiento. Como habíamos tomado el aperitivo, decidimos pedir unas raciones. Éramos cinco y pedimos cinco raciones para compartir entre todos:tartar de atún, cremoso de foie, magret de pato con cebolla caramelizada, boletus con huevo y calamarcitos con verduras.Luego pedimos un combinado de postres y madre mía!! os recomiendo que os reservéis un hueco para  la tarta de manzana, es maravillosa. Por las 5 raciones, botella de vino y unas 4 cañas (a los postres nos invitaron) pagamos unos 90 €. La próxima vez probaremos el cochinillo que me han dicho que está buenísimo.

En el Escorial hay una amplia oferta gastronómica. Hace un par de meses fui a un italiano, Napoli, el cual me habían recomendado y ,la verdad, me gustó mucho. Pedimos un queso provolone con setas para compartir, espaguetis con albóndigas y espaguetis negros. Pagamos unos 20 euros por cabeza con dos copas de vino. La verdad es que está muy bien y el salón es bastante agradable.





El plan era entrar luego en el monasterio, pero no sabíamos que en otoño cerraba a las 6 de la tarde. Así que nos quedamos con las ganas, pero volveremos.
Os dejo unas bonitas imágenes del monasterio por fuera: